Hay diversos elementos en los vehículos que parecen no aportar mucho; sin embargo, son capaces de evitar grandes averías con su pequeña y modesta función. Entre ellos se pueden mencionar a los bujes, los cuales se encargan de facilitar el movimiento entre dos o más ejes, puesto que prestan flexibilidad a las partes móviles, obteniendo así suficiente grado de dureza y control.
Los bujes son colocados donde haya fricción entre piezas móviles, para que esa fricción disminuya, lo que permite que los elementos puedan moverse entre sí o se acoplen sin inconvenientes. También son útiles para la conexión de varios brazos en movimiento, sobre todo en la suspensión.
Están elaborados a partir de una forma cilíndrica que contiene material flexible o semi rígido, la cual es recubierta por un casquillo exterior; en su interior también tienen un tubo para que el material blando no sea aplastado. Su composición ayuda a que los ruidos y vibraciones sean absorbidos y no causen efectos molestos.
Cuando la dirección tiene patrones erráticos o está muy ligera, haciéndose difícil su control, es señal de que los bujes se han puesto demasiado suaves y no ofrecen firmeza para contrarrestar las vibraciones. Tal situación se hace evidente con la presencia de ruidos, crujidos y golpes mientras se está conduciendo.
Precauciones a tener con los bujes
Aunque los bujes son blandos, sus compuestos sintéticos son un poco rígidos, ya que sus materiales les confieren suficiente dureza para que no se vean afectados por las temperaturas o sustancias que sean corrosivas; como por ejemplo, los químicos que se utilizan en la construcción de las carreteras.
Los anclajes que se utilizan en los diferentes elementos de la suspensión, como la parrilla, los tensores, el brazo de rótula, la barra estabilizadora, están compuestos por distintos bujes. Por eso, es necesario que se revisen periódicamente, para cambiarlos antes de que surjan averías graves que puedan afectar al sistema en el que se encuentran; por lo general, se deforman, desgastan o rompen.
Si se ve en la obligación de reemplazar casi o más de la mitad de los bujes, es preferible que realice el cambio por completo. Como ya el coche está desarmado en gran parte para sustituir una o dos piezas, es mejor proceder con todas a la vez, lo que permitirá calcular con mayor precisión el próximo mantenimiento.
Si comienza a escuchar sonidos raros que no logra detectar de cuál pieza provienen, es mejor acudir a un taller mecánico. Si para la reparación tiene que hacer remplazos, puede buscar piezas desguace online para que el presupuesto le rinda más y le sea fácil encontrarlas.