
Tener un coche es una maravilla, casi todos soñamos desde chicos con llegar a tener uno propio, y aunque nos cueste un gran sacrificio por un largo tiempo, es un empeño que bien vale la pena, porque al poseerlo la vida se nos facilita en gran medida. Aunque alternemos con otros medios de transporte, no cabe duda que hay circunstancias en las que se agradece disponer de ese preciado bien.
Si lo compramos nuevo, la felicidad es prácticamente indescriptible, desde su peculiar olor, hasta apreciar su serenidad al desplazarse, si pudiera resumirse en una palabra, quizá podría decirse “perfección”, incluso si no es el vehículo platónico que vemos en revistas. El simple hecho de saber que es nuestro, lo convierte en el mejor del mundo.
Si lo compramos usado, la alegría también es grande, puesto que, seguramente, constituye un logro significativo. Sin embargo, es muy probable que tenga algunos desperfectos que se deban atender, para disfrutar al máximo de tal posesión.
Para nadie es agradable estar al tanto de las averías que tengan su coche, es más, generan estrés, sobre todo, si no somos conocedores de la mecánica, en virtud de que, por ignorancia no podríamos precisar si se trata de una situación crítica o trivial. En todo caso, hasta la más mínima falla siempre representa una molestia.
Obsesión o prudencia
Los coches, como toda máquina, están propensos a sufrir averías, incluso estando relativamente nuevos. Si estamos muy pendientes de cada ruidillo nos pueden considerar obsesivos, la cuestión está en saber distinguir entre lo real y lo imaginario. Es decir, si pensamos mucho en detectar las fallas, tal vez empecemos a escuchar o sentir cosas que no existen.
Es bueno, por supuesto, ser precavido y actuar con prudencia, para evitarnos problemas y daños a otros. Para ello lo aconsejable, sin caer en lo obsesivo, es cumplir con el mantenimiento preventivo recomendado por los expertos. Y si al ser revisado, se detecta un problema hay que resolverlo con prontitud, antes de que el mismo se torne más grave.
Entre las alternativas con las que se cuenta para que el coche funcione correctamente, sin gastar tanto, están los desguaces. En Internet está la web desguacesonline en la cual es factible encontrar los datos de contacto de los establecimientos dedicados a dicho sector. Adicionalmente, se pueden comprar piezas directamente.
Solo con un vehículo en perfecto estado se goza de un placer absoluto.